viernes, 31 de octubre de 2008

ZEN: Ideas para vivir en armonía

El budismo zen enseña que la individualidad y el conocimiento personal pueden alcanzarse mediante la meditación, la union con la naturaleza y una filosofía de vida sencilla. Hasta aquí todo es muy bonito, pero la realidad es que vivimos en una sociedad de estrés, contaminación, donde el tiempo es nuestro mayor enemigo.

Sin embargo, el zen se puede convertir en un estilo de vida para romper con todo el ajetreo, el desorden de nuestra vida cotidiana, y así conseguir la simplicidad, el orden y el silencio que tanto ansiamos.

Por ello, los aspectos del zen (el espacio, la luz, la funcionalidad, el equilibrio, la armonía y el uso de materiales naturales) pueden satisfacer nuestras necesidades e influir positivamente en la organización de nuestros hogares y nuestra forma de vivir. De hecho, gran parte del interiorismo contemporáneo refleja estos deseos, desde la disciplina austera del minimalismo hasta la calma ordenada del ambiente moderno.


Desde estas líneas vamos a daros algunos consejos sobre el estilo zen para que podáis aplicarlos a vuestros hogares.


ESPACIO


Para crear ambientes relajantes y tranquilos se tiene que intentar limitar el número de objetos por habitación, eligiendo cuidadosamente tanto su funcionalidad como su belleza y diseño.

En la cultura japonesa, el concepto del
ma consiste en colocar los objetos de modo que la distancia entre ellos se ajuste a un sentido del espacio adecuado.

Dar el espacio suficiente a nuestros muebles y objetos conlleva que no se mezclen sus formas y colores entre ellos pudiendonos concentrar en la belleza de cada uno de ellos. Un claro ejemplo son los escaparates de las zapaterías, donde algunas colocan los zapatos casi tocándose entre ellos y en otras tiendas, dejan mucho más espacio entre ellos para que te fijes en ese modelo exclusivamente.


Limitar la gama de colores a tonalidades de un mismo color o gama genera un sensación de orden y espacio.


Situar la cama en el centro de la habitación añade una atmósfera ritual a la hora de dormir o levantarse.


LUZ



La luz es esencial para nuestro bienestar físico y espiritual. Su ausencia puede afectar a nuestras emociones, es por ello, que se debe cuidar mucho la luz, tanto artificial como natural.

Si aplicamos una luz intensa en un ambiente, los objetos que esten en ella quedarán más definidos y se verán más sus detalles. En cambio, si tenemos una luz más suave, se acentúa el volumen de los objetos, mientras que la luz tenue proyecta sombras y convierte las formas en siluetas planas.


El blanco puro intensifica el efecto de la luz, por ello, una pared blanca anima a la atmósfera de una habitación pequeña o sombría, o bien dar una mayor amplitud al espacio.


El cristal favorece mucho la entrada de la luz, por ejemplo, una pared de pavés, aporta más luz y espacio a una habitación. Los jarrones de cristal transparente también aporta una sensación de ligereza al ambiente.

La superficies reflectantes, como es el acero inoxidable maximizan la luz. Asimismo, aportan brillo y viveza, cualidades asociadas a la limpieza y a la frescura.


ORDEN


Una casa ordena inspira sensación de control. Tener las cosas ordenadas, facilita las tareas cotidianas. O sino ¿quién se resiste a preparar la cena en la cocina de Carlos Arguiñano? Estamos seguras que cocinaríamos con otros ánimos...




Del mismo modo, saber que tienes las toallas bien colocadas en su sitio en un cuarto de baño limpio, te facilita el prepararnos para un nuevo día.


Crear un entorno sereno supone reducir el número de objetos, tal como hemos comentado anteriormente, y podemos agruparlos formando una composición armoniosa.





FUNCIONALIDAD


La forma sigue a la función, de esta manera se consigue un buen diseño. Incluso los objetos más cotidianos deben estar bien diseñados, cuidando todos sus detalles, para que los utilicemos con respeto.


En el hogar todo tiene que tener utilidad ¿un jarrón también? sí, si es agradable a nuestra vista ya es útil.


El uso de materiales naturales (algodón o lino) sintoniza perfectamente con la estética zen; la madera aporta textura y calidez al ambiente; y el metal tiene resistenia, elegancia y belleza.


SIMPLICIDAD


Una de las formas más sencillas de simplificar nuestras vidas es rodearnos de pocos objetos, crear un entorno más despejado y tranquilo. Las cosas más simples son las que nos aportan más placer como estrenar sábanas o un pijama.


La filosofía de "menos es más" está muy patente en esta explicación. Debemos elegir los objetos que nos aporte más cualidades estéticas y prácticas y situarlas con orden en nuestra habitación.


En un lugar inspirado en zen encontraremos materiales naturales como suelos de madera, paredes blancas, tejidos como lana o lino y cerámicas lisas. Además, las formas curvas de un jarrón o de nuestra butaca favorita nos transmitirá calma y bienestar y nos centrará la mente.


ARMONÍA


Básicamente consiste en trabajar los puntos anteriores con esmero para conseguir la armonía entre ellos.


LUZ + ESPACIO + ORDEN = EQUILIBRIO





Bibliografía:

Zen en el hogar - Mens Sana

Interiores Zen - Naturart

No hay comentarios: